«Pero si tú me olvidas,
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
–oscuro, torpe, malo– el que la habita.»
Ángel González
Permíteme que deposite en ti
Ahora, al menos, por un momento
La dura tarea de autodefinirme
Más aún
De construir mi persona
En base a cómo me veo en tus ojos.
No en relación de mutua dependencia
Más bien como los sonidos
Que sumados
Son la armonía de un acorde
Menor, triste...
Mayor, contento...
Suspendido si le faltas
Permíteme que deposite en ti
La ardua tarea de convertirte
En simple acorde conmigo
Para que desfile sobre nosotros
La melodía de nuestras vidas.
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