Te llaman como al viento,
porque te mueves por talento,
porque conmueves con tu aliento,
porque si no te respiro reviento.
Me encanta que me mires a tu manera,
porque eres más sensual que la mejor ramera,
porque tus ojos son obra del mejor alquimista,
porque tu pestañeo derriba cualquier premisa.
Me encanta el ritmo de tus piernas,
porque tus pasos al sueño despiertan,
porque del dolor creas esperanza
de esa que sin ti no se alcanza.
Me encanta tu desmedida sonrisa,
compone la mejor de las sinfonías,
me da argumentos para que la brisa
se comporte como la muñeca del artista.
Me encantas, ¿Por qué tienes que ser viento?
Si así te apartas a cada uno de mis movimientos,
si me digo que te puedo tener sabré que miento,
Estemos hechos el uno para al otro tener contento,
sea cual sea la situación no es éste mi momento.
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