Como esa escena en la que
nuestros corazones desdibujaban
todo lo que nuestra razón había creado.
Deja que la Luna nos mire hoy,
que los astros nos digan qué hacer.
No te juraré nada excepto que te querré.
Dices que todas las almas merecen volar.
En este mundo hecho de segundas oportunidades
yo me conformo con que la mía pueda soñar.
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