Me encontré esos dos ojazos verdes, jóvenes, acompañados por una voz ronca y un acento profundo de la cuenca, cantando "Basket Case" y hablando de "God is an astronaut" hace ya bastantes años, todo era distinto de aquella... Nos gustaban otras cosas, nos dedicábamos a otros asuntos, hacíamos otro tipo de locuras. Esas tardes en las que salíamos disfrazados por todo Oviedo sin importarnos lo que dijeran de nosotros, o días enteros echados jugando en tiendas de rol. ¡Qué tiempos aquellos! Cuantas traiciones, cuanta falsedad, pero tú y yo no dejábamos de estar más y más unidos a cada pequeño bache o incidente que se cruzaba por nuestro sendero. Recuerdo la primera chica a la que te pillaste, aquel mágico Martes de Campo en el que te llevó mi madre a casa; me acuerdo de todas las chicas con las que saliste, de todas a las que hiciste daño y de todas las que te hicieron daño a ti, de aquella noche en casa de Ana, de nuestras épicas noches de fiesta. Hemos pasado tantísimas cosas juntos... Como nuestra época con Scupiz Town, qué bien nos lo pasábamos, tanto en los ensayos como en los conciertos. Me enseñaste tantas cosas, tanta música... ¡Green Day! Menuda experiencia la de París, y la de Santiago viendo a Muse, donde conocí a una persona que ahora significa muchísimo para mí. ¡Genarín! Con el superabsenta y pasando la fría noche con la chaqueta de Ruso. Esas noches en casa de padre... Los totoros negros y la hostia de la piscina. El verano en Vigo, en Llanes, tú y yo compartiendo casa. La paliza de Gijón.
Nos intentaron joder tantas veces y nosotros seguimos juntos, eso demuestra que no somos amigos, somos hermanos, siempre lo fuimos y siempre lo seremos, da igual la sangre que corra por nuestras venas, nuestros apellidos o quienes sean nuestros padres, no tenemos que darle cuentas a nadie, somos lo que somos, tú y yo, siempre solos, hasta que apareció Jon y empezamos a ser tres, entonces me di cuenta de que eramos tres en la manada, tres, ya no estaba yo solo, ahora eramos tres. (Resacón en las vegas)
Ahora te vas, pones tierra y mar de por medio, pero la experiencia me dice que la distancia tampoco acabará con nosotros. Te vas a Londres, una ciudad mágica, sólo podías irte a un lugar así. Cuando yo llegue tú ya te habrás ido, pasaremos un tiempo sin vernos otra vez, pero tranquilo, iré.
Siento estar algo parco en palabras, no atravieso mis mejores momentos, bien sabes que no eres el único de mis más allegados a los que tendré a un vuelo de distancia. Son tiempos duros, lo sabes tan bien como yo. Estarás bien, siempre lo has estado, como yo. Te quiero más que a mi alma, te voy a echar muchísimo de menos e incluso más, esto no va a ser lo mismo sin ti.
Te quiere, tu hermano. Hasta la vista, Dani.
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