De ilusiones vive el poeta,
y de incendios de vida y muerte a su alrededor.
Del final de las cosas, del inicio de otras,
de los gritos al vacío,
el vacío de los acantilados que nos ven caer.
De ilusiones vive un poeta,
agarrado a sus sentimientos, a un lápiz, a un papel;
a la esperanza de que ocurra,
a ese mágico "ojalá".
Ahora me veo rezando solo en una iglesia vacía,
un templo que honra a una deidad olvidada,
arrastrada por años y años de malas lenguas,
pero es la que convierte a simples criaturas en bellos ángeles
que queman con su luz el mal y la razón.
Me veo en una iglesia vacía,
te veo en una iglesia vacía,
nos veo en templos olvidados,
universos en llamas,
tu mirada entre tantas,
tu sonrisa fina, parece que corta,
te veo en una iglesia, sola;
yo siempre estoy acompañado por mis demonios,
mi alma está rota.
Te veo en una vieja catedral,
la pregunta es...
¿Rezamos al mismo dios?
¿a que otro Dios? Pues solo hay uno y ambos pecáis de Soledad.
ResponderEliminarSaludos de la chica de los chicles, te sigo(:
lachica-deloschicles.blogspot.com.es
Todos somos Dios :)
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