martes, 22 de abril de 2014

Y aunque nadie me ha preguntado... ¿Qué es la felicidad?

La miro y me encanta su cara,
nunca se pinta los labios,
porque son coloridos como las rosas,
pero no tienen espinas,
lo sé porque sus palabras no duelen,
son suaves como el viento de verano.

Me encanta ver cómo se recoge el pelo,
y como lo tiene recogido,
y como se lo vuelve a recoger.
Como deja desnudo el cuello,
tan vulnerable, tan valiente.
Porque ella es muy valiente,
es muy brava, y yo vivo con mucho miedo.

A veces consigo reunir fuerzas
y la miro a los ojos como la primera vez,
y son marrones como las canicas
con las que jugaba de pequeño,
y quiero sacárselos y jugar con ellos por el salón

Y tiene unos pies muy fríos,
que son como el invierno
bajo las sábanas de su cama.

La sonrisa se sale de su cara,
porque su sonrisa es otro lugar diferente,
es otra dimensión distinta,
que no, que no puede ser de este mundo,
que hace que tenga escalofríos en el estómago,
y en el pecho haya fuego,
y hace que yo me muerda los labios,
y sonría para otro lado,
porque nunca he sido muy buen comunicador,
maldito el día que empecé a esconderme,
y que suerte la mía de encontrar a alguien que me aguante.

El olor escondido entre su hombro y su oreja es el verano
en el que bebíamos cerveza en bares oscuros,
y caminábamos bajo la lluvia
sobre la piedra que nos sintió caer,
y que nos vio enamorarnos,
como niños,
como adolescentes, después
como adultos.

Las cosquillas en el costado,
y el ruido que hace al meterse en la cama (con su invierno),
y al jugar con sus dedos sobre mi pecho,
y con las palmas de mis manos.
Eso es la felicidad.
Felicidad será, quizá, también, despertarte a ronquidos,
y ver como haces que duermes por dejarme dormir un poco más.
Y dejar que me desabroches el cinturón,
y nos perdamos otra película.

Felicidad, puede que sea,
preocuparme si no sonríes,
y desvivirme por verte sonreír.
Morir de risa echándonos jabón en los ojos,
carcajear en bares en silencio,
bailar mientras todos nos miran,
mientras todos nos envidian.

Es posible que la felicidad sea
simple y llanamente
que estés ahí.

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