martes, 31 de enero de 2012

Cádiz en agosto.

En vez de barajar solo la optativa a la realidad
podrías considerar dejarte llevar
en este mundo.

Si, en vez de excluirte en tu celda de cristal,
quisiera salir conmigo otro día más
para ver de qué está hecho el mar.

Desde el acantilado veremos sirenas
oiremos historias de ultramar.
No querrás escapar
·································no podrás.

¿Por qué volvió la resaca en los días más oscuros
cuando lo único que brillaban eran las estrellas del sur?
No veíamos nada sin el olor de aquella playa
del Sur.

Cádiz en agosto, el cielo azul, las casas blancas.
Tú esperabas a que yo llegará y viera esa cara
enrojecida por el Sol que no descansa y
no descansará, no lo hará hasta que
te vea marchitar.

Cádiz en agosto, poniente azota
todo lo que nunca escribí.

Cádiz, ya es agosto, ten cuidado.
Septiembre ya está aquí.

jueves, 26 de enero de 2012

Los puntos que no supimos medir.

Los surcos turquesa colorean
el cielo a amplios trazos.
Se meten en tu mente e iluminan
tu mirada, pupila azul, tu iris verde,
tus pestañeos transparentes y
tus miradas de profundidad.

Tus humildes lazos atan cabos,
almirantes y hasta a un capitán.

Amargos raudales de lágrimas,
tras un adios, se vuelven saladas
·····sin razón. Explotan palabras
hechas de realidad
·····················-·-que no serán nada-,
si nosotros no queremos,
······························· -no lo serán-.

Los sentimientos incorrectos.

La policía política de los sentimientos no permitidos
pondrá bombas bajo los versos más bonitos,
bajo aquellos que te hagan sentir única.

Crearan negras nubes de humo casi negro casi gris
que cegarán a los que antes vivían de amar
condenándolos al olvido, de la montaña, al bar.

La policía política de los sentimientos mal vistos
no querrá ver que quien viera lo que debería ser
sería, sin duda, ser indispensable con un nuevo deber:
Contarle a los demás que deben mirar lo que no ven.

Explotarán aquellos que sientan sin saber sentir,
sin saber besar, apretar, acariciar, follar.
Crearán silencios incómodos como bicis sin sillín.
Pondrán candados a los labios, a los dedos, a todo.

miércoles, 25 de enero de 2012

Maneras de quererte hay cientas.

Te quiero en la manera en que lo hago y,
si no lo hiciera, no habria nada.
Te amo de la manera que quiero y,
si no lo hiciera, no habría nada.

Te lo digo porque tú ya no me crees y,
si no lo ha habido, no lo habrá jamás y,
si no lo hubiera habido, no lo habría ya.

Te deseo de la manera en que te pienso y,
si no fuera así, no habría nada.
Te pienso de la misma manera que te quiero y,
si no fuera así, todo dejaría de ser.

Abro puertas y ventanas para que, al fin,
entre el amor y, si no las hubiera abierto,
esto no olería a vos, esto no olería a vos.

Por eso te quiero, te amo, te pienso, te deseo y
cada día que pienso que te quiero más deseo quererte
y cada día que pienso que te quiero más deseo quererte.

martes, 24 de enero de 2012

Entre los dedos.

Permites que la vida se escape entre nuestros dedos
que ya no se entrelazan para no dejar caer el agua
de los planes con agujeros que inspiran inestabilidad.

Desconfiamos el uno del otro y ya no dormimos juntos,
todo pasó por el miedo a que el otro no estuviera al despertar,
el miedo a que el otro lo acabara nos llevó a terminar.

Ya no haces que el tiempo se pare cuando pasa a nuestro lado
y no te gusta que te abracen las agujas de mi antiguo reloj
que se quedará sin pila día tras día hasta que deje de funcionar.

Perdimos el Norte y no quisimos encontrar otro punto cardinal
mientras nos llenábamos de cardenales escalando árboles, escapando
de la realidad
que día a día nos quería encontrar.

Desde entonces nuestra vida es una sucesión de rumores sin fundamento,
secretos a voces de las voces que dábamos cuando el resto guardaba silencio,
el silencio de unos corderos que, un día cualquiera, se cansaron de dar miedo.

Y ahora me cuesta atravesar los espejos, porque veo mi alma reflejada y
estoy solo, en la oscuridad, sin compañía, sin luz...
Tú en un extremo de tu cama y yo, en el medio de la mía,
rompiendo versos como si fueran tiras de papel,
para que tú dejes de llorar y, por fin, te rías.

Permití que la vida se escapara ante mis incrédulos e infelices ojos
por miedo a intentar atraparlo y no lograrlo,
el resultado es más miedo a quedarme aquí, solo, atrapado, roto.

lunes, 16 de enero de 2012

Something in clocks told me not to be late.

An ancient man hits the broken bell
while the city sleeps.

A scaring sound so hard to be explained,
the streets are overwhelm by the rain
that falls over the not written books
and strikes the dreamers heads.

Skies-given dreams appear at night
scared about these pure light signs.

Lightings strike and thunders blow up
the surreal crazy minds
made for opening their closed eyes

Sad writers crying because of stupid things,
shattered windows and people living free,
chained to their consumed and easy lifes.

An ancient man hit the bell at 3 o'clock,
made a song too beauty to be told,
dressed as an English rich Lord,
having dinner in his tower, alone.

It's too hard to stop the time chimes
when you're stuck in time.
It's too hard to be heared
when you don't know how a heart beats,
the brain thinks and the fingers write.

It's too hard to be heard if you
have never heard anyone else but you.