jueves, 2 de mayo de 2013

Claroscuro, juegos de luces, sombras y sentimientos

Cada noche crecen más mis ojeras,
y los sueños pesan más.
Tú te alejas,
y tu risa queda atrás.
Ya ni te veo.
Pasaste de ser la línea que limitaba mis sentimientos,
a ser un punto perdido en el horizonte.

¡Malditos ojos rojos y cansados
                 [que no te saben ver!
¡Maldita alma marchita y moribunda
                 [que te dejó escapar!

Mira –dijo–, todo lo que baña esta luz un día será tuyo.
Y de pronto calló el telón.

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