(Me gustas. Mientras viajamos en el tiempo y somos niños otra vez.
El resto será silencio.
Y en el eterno momento de segundos que nos separan de la despedida.
Durante la infernal espera y demora de lo que tiene que pasar.
Mientras pasa aquello, guardaré silencio.
(Shhhhhh...)
Besaré, inocente, tus rodillas y sus heridas.
Acariciaré, con cautela, cada sueño y fantasía.
Oiré siempre tu risa.
Seré siempre rehén del silencio, y esclavo de todo lo que no supe decir.)
¡Silencio, he dicho!
Me siento como un recluso que acaba de salir de la cárcel, y se pierde en la inmensa profundidad, y se aterra del aire que le rodea, y se le cruzan los pies al pensar en todo lo que le queda por caminar. Sé mi apoyo, sé la luz que espera al final del túnel. Sé el Cádiz que acogió mi tristeza y me dejó coloráo el corazón. Sé las alas que necesito para sobrevolar estos muros que me separan de la libertad. Que no es libre el que a cada amanecer no tiene una nueva sonrisa con la que despertar.
Calla, porque es grito el silencio que guardo,
y necesito más que nunca que me escuches.
Oh, escribes bien!
ResponderEliminar¿Es que antes no lo hacía? ¡Gracias! :)
EliminarSi no encuentras futuro en la política o en el Derecho, puedes dedicarte a escribir; en serio, me mola tu rollo. Igual me gustan siempre escritores algo alternativos, o fuera de lo común en su forma, pero aparte de eso, tienes un buen fondo (y eso que solo he leido media docena de posts). En fin, supongo que los dos, ya habiendo renegado de filologia y ya puestos a morir de hambre, que sea con arte, y que sea escribiendo. Como decía Jack Keoruack: "Y me arrastré... -como siempre hize- detrás de la única gente que me interesaba. Porque la única gente que me interesa es la que está loca. Loca por vivir, loca por comunicarse, deseosa de tenerlo todo al instante. La gente que nunca bosteza ni habla de lugares frecuentes, sino que arde, arde y arde como bengalas en mitad de la noche".
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