viernes, 13 de agosto de 2010

Piedras contra tu ventana.

Hablar conmigo nunca fue una de tus mejores ideas,
no fue alegre el resultado en mi corazón,

Te guardabas el sol en el bolsillo a cada luna llena,
y yo no podía creer que que fuera ella,
la que sin querer quererlo quiso que la quisiera.

Salí de casa, dejando la puerta abierta,
y corrí hacia la tuya a paso de atleta.

Enfrente de tu ventana, puse nuestra canción,
bailé el robot, y el resto de cosas...
vinieron por si solas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario